El polímero dieléctrico ETFE disipativo ayuda a controlar la descarga electrostática en alambres y cables
¿Necesitas ayuda con tu proyecto espacial militar?
Pruebas recientes realizadas por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA y el Centro de Vuelo Espacial Goddard muestran que el nuevo tetrafluoroetileno de etileno reticulado (ETFE) de nanocarbono ayuda a controlar la descarga electrostática (ESD) en alambres y cables utilizados en naves espaciales.
El control de la electricidad estática en los sistemas de interconexión eléctrica es esencial en las naves espaciales donde los eventos ESD pueden dañar la electrónica y dañar la misión.
De hecho, se ha informado que el 54 % de las anomalías/fallas de las naves espaciales son causadas por la descarga y carga electrostática. 1 Por ejemplo, en abril de 2010, el satélite de telecomunicaciones Galaxy 15 se desvió de su órbita geosincrónica. Los informes en la bibliografía de tecnología espacial sugirieron que la carga de la nave espacial causó la anomalía. Afortunadamente, una solución alternativa permitió que la misión continuara. Peor fue el caso del Satélite Avanzado de Observación de la Tierra 2 (ADEOS-II), que perdió energía en octubre de 2003. La investigación forense identificó que la carga por electrones aurorales de alta energía fue seguida por un evento de descarga entre los cables de alimentación. El satélite nunca se recuperó.
El polímero dieléctrico ETFE disipativo ayuda a controlar la descarga electrostática en alambres y cables
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El control de la electricidad estática en los sistemas de interconexión eléctrica es esencial en las naves espaciales donde los eventos ESD pueden dañar la electrónica y dañar la misión.
De hecho, se ha informado que el 54 % de las anomalías/fallas de las naves espaciales son causadas por la descarga y carga electrostática. 1 Por ejemplo, en abril de 2010, el satélite de telecomunicaciones Galaxy 15 se desvió de su órbita geosincrónica. Los informes en la bibliografía de tecnología espacial sugirieron que la carga de la nave espacial causó la anomalía. Afortunadamente, una solución alternativa permitió que la misión continuara. Peor fue el caso del Satélite Avanzado de Observación de la Tierra 2 (ADEOS-II), que perdió energía en octubre de 2003. La investigación forense identificó que la carga por electrones aurorales de alta energía fue seguida por un evento de descarga entre los cables de alimentación. El satélite nunca se recuperó.