Tipos de sistemas de defensa antimisiles

Esta primera categoría de misiles es solo defensiva. Los misiles de intercepción se utilizan como defensa ante los ataques enemigos: destruyen los misiles que se avecinan antes de que lleguen al blanco. En EE. UU., los dos principales programas de misiles de intercepción son el Radar de Seguimiento de Despliegue en Fase para Interceptar el Blanco (PATRIOT), de Capacidad Avanzada 3 (PAC‑3) y el sistema de lanzamiento de misiles de Defensa en Áreas de Gran Altitud (THAAD): Defensa Aérea y de Misiles Integrada. La intención de ambos programas es proteger los recursos estadounidenses y los de los aliados en caso de un ataque.

Los misiles convencionales se definen según el lugar en el que se lanzan y sus objetivos principales:

• Misiles aire‑aire: Un misil aire‑aire es una ojiva que se dispara desde una aeronave y cuyo único fin es destruir otra aeronave. El misil aire‑aire avanzado de mediano alcance AIM‑120 (AMRAAM) es el más común que utilizan la Fuerza Naval y la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Los AIM‑120 son compatibles con F‑35, F‑16 y otros aviones de combate estadounidenses. El Misil Táctico Avanzado Conjunto AIM‑260 (JATM) es un misil aire‑aire de última generación.
• Misiles aire‑tierra: Estos misiles se lanzan desde una aeronave hacia un blanco en tierra. Los misiles aire‑tierra son el pilar de las recientes operaciones militares de Estados Unidos y seguirán desempeñando un papel importante en futuros conflictos armados.
• Misiles antibuque: Lanzados desde el aire o desde tierra, estos misiles se utilizan para atacar buques y grandes embarcaciones militares. Los misiles antibuque son relativamente económicos en comparación con las naves que intentan destruir, lo que representa una ventaja a los países más pequeños.

Las armas estratégicas están destinadas a actuar como elementos disuasorios y solo se despliegan como último recurso. El misil balístico intercontinental (ICBM) terrestre Minuteman es la base del principal programa de misiles estratégicos de Estados Unidos. Un misil Minuteman tiene aproximadamente el tamaño de un lanzador de cohetes espaciales. Los misiles de esta escala tienen un costo más alto y requieren más mantenimiento.

Una clase relativamente nueva de misiles ha sido noticia de primera plana durante los conflictos recientes: los misiles hipersónicos. El término hipersónico se refiere a tecnología que se mueve más rápido que Mach 5, que vuela a una velocidad cinco veces la del sonido. Aunque algunos países han hecho afirmaciones extraoficiales de que sus misiles hipersónicos pueden viajar con mayor rapidez que Mach 10.

Los misiles hipersónicos cuentan con una velocidad increíble y sistemas de guía activos que logran una maniobrabilidad extrema. Estos misiles avanzados vuelan mucho más bajo que los misiles convencionales y no siguen una trayectoria balística predecible. Como resultado, es mucho más difícil predecir la trayectoria de vuelo de un misil hipersónico e interceptarlo antes de que alcance el blanco.

Los misiles hipersónicos se pueden lanzar desde aviones de combate. También se han realizado pruebas de lanzamiento desde submarinos, lo que plantea un reto aún mayor porque estos son más difíciles de detectar. En la actualidad, Estados Unidos y sus aliados invierten de manera significativa en el desarrollo y avance de sus propios programas de misiles hipersónicos.

Las armas más pequeñas, inteligentes y eficientes están cambiando las medidas de éxito en las misiones militares.

En 2022, un misil antibuque guiado que costó entre uno y dos millones de dólares hundió un buque cuyo costo de construcción se estimó entre quinientos y mil millones de dólares. La capacidad de Infligir un daño tan significativo al enemigo con un arma de mucho menor costo proporciona una gran ventaja. Un país no puede permitir que sus recursos militares más caros sean vulnerables a armas mucho menos costosas.

Un misil es un objeto sofisticado que consta de componentes electrónicos complejos que son muy sensibles a las altas temperaturas y a los entornos adversos, y ese es el reto al que se afrontan los diseñadores de armas.

Independientemente de cómo se pueda clasificar un misil, es importante que se diseñen y construyan para tolerar condiciones extremas en tierra, en el aire y, a menudo, en el mar. Por ejemplo, cuando un misil hipersónico que vuela a Mach 10 se acerca a la atmósfera, la fricción en la superficie de este hace que su temperatura externa aumente de manera considerable. La temperatura de la superficie del misil puede llegar a miles de grados Fahrenheit por largos periodos y es posible que algunos de los metales utilizados en su construcción lleguen al punto de fusión.

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• Elegir el misil correcto puede cambiar las reglas del juego en la estrategia militar moderna.
• Los misiles de intercepción se utilizan como defensa ante los ataques enemigos: destruyen los misiles que se avecinan antes de que lleguen al blanco.
• Los misiles aire‑aire, aire‑tierra y antibuque son los que más se utilizan en los ataques contra un enemigo. 
• Las armas estratégicas están destinadas a actuar como elementos disuasorios y solo se despliegan como último recurso.
• Los misiles hipersónicos cuentan con una velocidad increíble y una maniobrabilidad extrema, lo que los hace más difíciles de interceptar.
• Estados Unidos y sus aliados se apresuran a desarrollar sistemas de misiles que compitan con los programas de misiles hipersónicos de otros países.
• Un país no puede permitir que sus recursos militares caros sean vulnerables a armas mucho menos costosas.
• Los muy complejos y sofisticados componentes electrónicos de los misiles deben tolerar altas temperaturas y entornos adversos.