Estrategia de ciudades inteligentes

Tendencia

Estrategia de ciudades inteligentes

La disminución de los costos de conectividad permite a los municipios integrar sistemas críticos para las comunicaciones públicas, los servicios públicos y el transporte. Para lograr esta oportunidad, las partes interesadas necesitan una visión clara para construir una ciudad inteligente.

Las ciudades inteligentes y las comunidades conectadas se han convertido en un tema polémico en los últimos años. Con la creciente atención y la reducción de costos de la tecnología conectada y de sensores, el entorno está listo para algunos avances revolucionarios en las áreas de transporte, servicios públicos y construcción. Si bien la definición de "ciudad inteligente" sigue siendo ambigua, el valor de la conectividad en estas tres áreas es claro. Independientemente del tamaño, la implementación exitosa de una "Estrategia de ciudad inteligente" requiere coordinación y cooperación a gran escala. La recompensa es alta, ya que se pueden lograr mejoras significativas en la eficiencia energética, la optimización operativa y la experiencia general del cliente. El transporte es una de las áreas más importantes que se benefician de las soluciones de conectividad avanzada. Al utilizar datos más completos que capturan los flujos de tráfico, el clima, el estacionamiento, las condiciones de las carreteras y más, las autoridades de transporte pueden mejorar el rendimiento del sistema y disminuir la congestión del tráfico, lo que a su vez mejora los tiempos de viaje y reduce las emisiones de carbono. Con una estrategia conectada, los departamentos del ayuntamiento hacen posible que los residentes reciban mejores servicios. Por ejemplo, un residente podría usar su teléfono inteligente para seguir las rutas de los autobuses o del metro en tiempo real. Esto les permite ver cuándo llegará el autobús, en vez de medir su viaje en función de la hora estimada de llegada que viene impresa en el horario de papel. Este tipo de capacidad digital ayudaría a los residentes a tomar mejores decisiones a la hora de escoger el método más rápido y eficiente para llegar a su destino.

El flujo constante de datos disponibles, desde cámaras conectadas a sensores de carros, puede ayudar a identificar patrones de tráfico y establecer desvíos para proyectos de obras públicas.
Paisaje urbano que muestra la conectividad de los edificios inteligentes con tecnología.
Tecnología de Internet de las cosas para la conectividad inalámbrica

En un vehículo conectado, cuando el sistema se comunica con los semáforos, los faroles y otros carros, puede ayudar al conductor a conducir de forma más eficiente por la ciudad. Los carros podrían prever cuándo cambiarán los semáforos y buscar rutas alternas. También pueden reportar un accidente y proporcionar una vista en tiempo real del estacionamiento disponible. Este nivel de conectividad también le sirve a los peatones: podrían saber con facilidad sobre baches, cristales o escombros en la carretera, u otro tipo de información sobre el estado del tráfico. El flujo constante de datos disponibles, desde cámaras conectadas hasta sensores de carros, puede ayudar al gobierno municipal a detectar y responder rápidamente a los problemas. También les proporciona la capacidad de hacer un seguimiento más preciso de incidentes con el paso del tiempo. Los datos de los sensores, en especial, pueden ayudar a las autoridades de transporte a identificar patrones de tráfico y establecer desvíos por proyectos de obras públicas. Desde la perspectiva del conductor y del peatón, este tipo de sistema inteligente proporciona una herramienta personalizada en tiempo real para moverse en una zona congestionada. Al igual que la mejora del estado de las carreteras, las infraestructuras conectadas pueden ayudar a los servicios públicos a predecir las necesidades de mantenimiento. Por ejemplo, el sistema podría detectar señales tempranas de una posible falla en la red eléctrica, lo que permitiría a la compañía de servicios públicos mejorar la red antes de que ocurra. Esto puede ayudarles a supervisar, gestionar y redirigir el suministro de energía o inyectar energía adicional procedente de fuentes de energía alternativas no tradicionales, para satisfacer la demanda de los consumidores en tiempo real. Actualmente, los sistemas de Supervisión, Control y Adquisición de datos (SCADA) carecen de la flexibilidad necesaria para dar una respuesta coordinada a un sistema complejo. Pero la ventajas de tener esta capacidad son claras: este tipo de respuesta coordinada de la red inteligente puede disminuir el tiempo de inactividad y ayudar a predecir las fallas antes de que se produzcan. Los datos de esta captura en tiempo real ayudarían a las empresas de servicios públicos a hacer un seguimiento más efectivo de los patrones de uso, a analizar los comportamientos a largo plazo y a optimizar la generación de energía. Además, esto permite a los consumidores controlar su consumo de energía de una mejor manera.

  • Desarrollo de soluciones ferroviarias (inglés)

  • Seminario web: Garantizar la confiabilidad de los equipos de alumbrado público

  • Desafíos de la Internet de las cosas y conectividad inalámbrica en el mundo superconectado (inglés)

Un sistema conectado también ayudaría a controlar y gestionar los servicios de agua y gas. Desde la identificación y prevención de fugas hasta la optimización del uso, este sistema permitiría a las empresas de servicios públicos gestionar mejor el uso de los consumidores y generar mayores ahorros operativos. Al igual que la red eléctrica, este tipo de sistema podría ayudar a mejorar el rendimiento de los costos y evitar fugas y roturas, lo que reduce al mismo tiempo el desperdicio del sistema. Los edificios son sistemas complicados que también pueden beneficiarse de una estrategia conectada de tecnología que optimice y automatice el uso de la energía. La incorporación de sensores ayudará a recopilar información importante para tomar decisiones sobre la optimización de la energía, como mejorar la eficiencia de la iluminación y la climatización. Estas tecnologías de sensores pueden convertir un edificio en un sistema muy flexible capaz de responder a las necesidades de los ocupantes. El resultado es un sistema que ajusta la iluminación, la calefacción y otras propiedades ambientales mientras maximiza la eficiencia energética y el rendimiento general del sistema.

Los datos de los sensores pueden ayudar a las empresas de servicios públicos a predecir las necesidades de mantenimiento.

Los datos de los sensores pueden ayudar a las empresas de servicios públicos a predecir las necesidades de mantenimiento. Por ejemplo, el sistema podría detectar señales tempranas de una posible falla en la red eléctrica, lo que permitiría a la compañía de servicios públicos mejorar la red antes de que ocurra. Esto puede ayudarles a supervisar, gestionar y redirigir el suministro de energía o inyectar energía adicional procedente de fuentes de energía alternativas no tradicionales, para satisfacer la demanda de los consumidores en tiempo real.

El camino a seguir

Si bien la disminución de los costos de la conectividad está acelerando la adopción de estos sistemas integrados para las comunicaciones públicas, los servicios públicos y el transporte, los municipios siguen enfrentándose a importantes retos para implementar este tipo de sistemas. El desafío principal es que las inversiones en estos sistemas requieren una visión clara, una defensa continua, un liderazgo fuerte y capital suficiente para empezar, así como para mantener el impulso de estos proyectos a lo largo de los muchos años que con frecuencia se necesitan para completarlos. La aplicación de tecnologías avanzadas de sensores y control se ve dificultada por los estrictos presupuestos municipales, el aislamiento de los departamentos municipales y la falta de experiencia del personal con la tecnología. Para implementar con éxito esta tecnología, los municipios necesitan establecer una fuerte coordinación entre las partes interesadas, incluidas las empresas de servicios públicos y las entidades privadas. El siguiente paso comienza con una clara comprensión de las piezas clave del programa y cómo convergen, así como de los elementos que la estrategia conectada destacaría. La clave para convertir la estrategia en un sistema público transformado necesita que las ciudades y las empresas de servicios públicos colaboren estrechamente para alcanzar sus respectivos objetivos.

Autor

Benjamin Nelson, ingeniero, experto de la industria